El Viejismo No Es un Juego Político:

Home /
  • BLOG

El Viejismo No Es un Juego Político: Un Llamado a Erradicar la Discriminación por Edad

  • Autora – Receba Moscatel (CEO) de La Klinika Del Encuentro

El viejismo, una discriminación tan interiorizada que a menudo pasa desapercibida, impacta negativamente en nuestras sociedades. Aunque algunos defensores de los derechos humanos luchan contra diversas formas de discriminación, el viejismo sigue siendo una herramienta de burla y menosprecio. Este artículo pretende exponer las ramificaciones del viejismo y por qué es esencial erradicarlo.

La discriminación por edad no es un fenómeno nuevo, pero su aceptación implícita en la cultura popular y en los medios de comunicación es alarmante. El viejismo se manifiesta en chistes sobre la vejez, comentarios despectivos hacia la capacidad cognitiva de los mayores y la percepción de la fragilidad física como motivo de mofa. Esta discriminación afecta no solo a la autoestima y salud mental de las personas mayores, sino también a la forma en que toda la sociedad percibe el envejecimiento.

Un ejemplo reciente y perturbador de viejismo se observa en la política estadounidense, especialmente en las redes sociales, donde el presidente Joe Biden ha sido objeto de numerosas burlas debido a su edad. Independientemente de las opiniones políticas, la burla hacia figuras mayores por su posible deterioro cognitivo o fragilidad física es un claro reflejo de esta forma de discriminación. Estas burlas no solo son inhumanas, sino que también perpetúan estereotipos negativos y deshumanizan a las personas mayores.

Cada vez que alguien comparte un meme o un video ridiculizando a Biden por tropezar o por alguna pausa en su discurso, se refuerza la idea de que envejecer es algo vergonzoso. Este tipo de comportamiento trivializa la dignidad humana y envía un mensaje peligroso: que es aceptable despreciar a las personas por el simple hecho de ser mayores. Este tipo de actitudes no se limitan a la política y pueden tener un impacto generalizado en la forma en que la sociedad trata a las personas mayores.

La evidencia muestra que el viejismo tiene consecuencias graves. Según estudios del Observatorio de Envejecimiento UC, la discriminación por edad contribuye al aislamiento social, la depresión y un deterioro más rápido de las capacidades físicas y mentales. Cuando la sociedad perpetúa el estigma de la vejez, se genera un entorno en el que las personas mayores sienten que su valor disminuye con los años. Este entorno negativo afecta su bienestar general y su participación activa en la comunidad.

En mi experiencia personal, he visto de primera mano cómo el viejismo impacta la vida de las personas mayores. He trabajado y convivido con personas mayores durante años, y he observado cómo la discriminación sutil y manifiesta deteriora su calidad de vida. La falta de respeto y la subestimación de sus capacidades contribuyen a un ciclo de autodesprecio y marginación social.

La percepción negativa de la vejez también se refleja en el ámbito laboral. Las personas mayores enfrentan barreras significativas para mantener o conseguir empleo, a pesar de su vasta experiencia y habilidades. Esta exclusión laboral no solo afecta su bienestar económico, sino que también priva a la sociedad de la sabiduría y conocimientos acumulados de generaciones anteriores. La discriminación por edad en el trabajo es una pérdida para todos.

Erradicar el viejismo requiere un cambio cultural profundo. Las políticas públicas deben enfocarse en promover el respeto y la dignidad de las personas mayores. En Argentina, por ejemplo, el gobierno ha implementado programas para sensibilizar a la población sobre el trato digno hacia los mayores y para combatir los estereotipos negativos. Estas iniciativas son cruciales para fomentar una visión más inclusiva del envejecimiento.

La educación juega un papel fundamental en la lucha contra el viejismo. Desde una edad temprana, los niños deben aprender sobre el valor de todas las etapas de la vida y la importancia de tratar a todos con respeto, independientemente de su edad. Las campañas educativas y los programas intergeneracionales pueden ayudar a derribar las barreras entre jóvenes y mayores, promoviendo una mayor comprensión y empatía.

Además, es vital que los medios de comunicación y la industria del entretenimiento reconsideren cómo representan la vejez. Los personajes mayores a menudo son estereotipados o ridiculizados, lo cual refuerza las percepciones negativas. Una representación más equilibrada y respetuosa de las personas mayores puede contribuir a cambiar estas percepciones y reducir el viejismo.

En conclusión, el viejismo es una forma de discriminación que debe ser abordada con la misma seriedad que cualquier otra. No es un juego, y sus efectos son devastadores. Como sociedad, debemos trabajar juntos para erradicar el viejismo, promover la inclusión de las personas mayores y valorar su contribución. La lucha contra el viejismo es una lucha por la dignidad y el respeto de todos, ahora y en el futuro.

Referencias

Tags :

Compartir :

Noticias destacadas

Categoría